A Santiago… con Lala

Por todos ellos… seguiré corriendo a Santiago cada año

Lala5Del Camino de Santiago casi directa a Dublín, una ciudad en la que quedó una parte de mí y en la que después de 13 años sigo acordándome de aquellas americanas que tomaban algo en el Gogarty’s, el bar en el que trabajaba. Era octubre y habían venido para correr la maratón de Dublín. Me contaban que lo hacían en grupo porque eran de una asociación de lucha contra el cáncer y las admiré, por poder correr una maratón y sobre todo por lo que las había movido a hacerlo.

Pero más os admiro a todos vosotros; como corredores porque con lo mal que lo paso yo no sé cómo podéis ser constantes en un deporte así, pero especialmente como personas. Por emocionaros al llegar al Obradoiro, porque la emoción es consecuencia de un sufrimiento y quien sufre es sensible y para ser sensible hace falta un gran corazón.

Lala1Porque nos emocionamos no porque estemos ganando una carrera ni porque se acaben los tres días, que con lo bien que lo pasamos sé que podríamos alargarlo mucho más. La emoción es por esas dos personas que el año pasado estaban y ya no están, por aquella que con gran preocupación y conteniendo las lágrimas me confesaba que tiene esta enfermedad y por quien, sin apenas conocerme, no pudo evitar llorar porque estaba perdiendo a un ser querido.

Por ellos y por todos aquellos que nunca podremos olvidar. Seguiré yendo a Santiago cada año con la esperanza de que llegue el día en que vayamos para celebrar que el cáncer es un enfermedad del pasado incapaz de acabar con la vida de nadie más.

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